No nos hacemos una idea de lo podemos aprender del resto
de culturas del mundo, aunque sean países que sepamos que
están ahí, al lado nuestra y que sus costumbres no serán tan diferentes a las
nuestras.
El intercambio cultural que realiza la UMA en cuanto a programas de
movilidad (tanto para los que queremos salir de España como para los que
quieren venir a conocernos) es una de las experiencias más satisfactorias e importantes para nosotros mismos que nunca jamás tendremos una igual en la vida, ya que una persona al interactuar con otra se enriquece
culturalmente como nunca por sí solo podría hacerlo. Todos sabemos que en
cuanto salimos de nuestro lugar natal o en el que vivimos hace que conozcamos
lugares, personas y experiencias distintas a las que estamos habituados o que
ya conocemos, no hace falta irse demasiado lejos o incluso a otro país para
experimentar esa sensación, sólo con el propio hecho de salir de tu entorno y
desplazarte unos cuantos de kilómetros a un lugar que no conozcas es
suficiente. Cierto es que cuanto más nos alejemos, menos en consonancia con lo
que nosotros conocemos veremos. En cuanto saltamos de
nuestra frontera a la del siguiente país ya cambian un montón de factores: el idioma, la
jurisdicción, el gobierno, la ciudadanía, etc. Eso es lo que todos deberíamos
de conocer, si no en profundidad únicamente con un simple acercamiento con alguien de fuera.
Todos
aquellos que han entrado en nuestra facultad sin saber muy bien dónde estaban y
con quiénes se encontrarían son un claro ejemplo de interactuación perfecta
para acercarnos a sus costumbres y así, poder poner en práctica la verdadera fuente para el conocimiento del ser humano: la comunicación.
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